Es increíble la velocidad con la que los distintos acontecimientos suceden. El tiempo pasa sutilmente, un abrir y cerrar de ojos es todo lo que se requiere. Nuevamente nos encontramos en el ocaso de un semestre más, sin duda uno extraño y complicado, casi mágico. El tiempo continua y la vida de cada uno de nosotros sigue avanzando, nunca parando, como las manecillas de un reloj. Ahora bien, debemos comprender la importancia del tiempo que se nos da y las oportunidades que vienen por delante, ya que muy pocos pueden llegar a observarlas, por lo tanto recuerden, hay que aprovechar el tiempo que se nos da.
El penúltimo semestre de una carrera llega a su final, un paso más, no el ultimo, pero que nos acerca cada vez mas a la meta , ahora ya no tan lejana, ya a la vista, sin embargo, no debemos llevarnos por la ilusión de lo que eso representa, no hay que atenuar el caminar, no hay que bajar la velocidad, sino seguir caminando firmes y mirando hacia el frente. Muchas nuevas historias están por escribirse, muchas esperando ser escritas. Y en frente un libro en blanco, junto a el una llave, cada quien siendo creador y poseedor de esa llave. Quita el cerrojo y abre tu propio libro y pronto encontraras las primeras palabras que comienzan a escribirse en el, asegurante que sean las que deseas, esfuerzate para que cada trazo de ese nuevo libro quede acorde con lo que tanto añoras, persigue tus metas, mantente firme en tu ideal.
Una nueva historia está por escribirse y el tiempo continua su marcha.
Alejandro Garay Oviedo